Lunes 23 de Noviembre de 2009
Nos levantamos temprano, y nos vienen a buscar a las ocho para llevarnos a Krabi a coger el barco. Viajamos en la popa, con más gente, y nos da el sol y la brisita. En un rato estamos en Phi Phi Don, y en el muelle de Ton Sai nos asaltan para que elijamos alojamiento. Nos decidimos por Garden Inn, una habitación doble con ducha fría, ventilador, y TV, 800 bahts por noche. Cuando llegamos, nos pareció el paraíso: allí no entraban los mosquitos. Y si entraban, podíamos eliminarlos fácilmente.
Comemos en el Garlic, tal como recomienda la guía. Menudo asco de ensalada de papaya! Nos vamos andando hacia Long Beach y llegamos a una playa anterior, más pequeña, y nadamos desde allí. En Long Beach hay más gente y nos gusta menos, así que volvemos a la playa pequeñita. Leemos un poco, tumbados al sol, y nos relajamos. Nos encantan las Phi Phi.
Cuando estamos cenando en el Cosmic (pizza), nos cruzamos con Sergi, y quedamos en vernos luego. Nos presenta a más gente: Andy, Marcos, Oliver y Quique, y charlamos mientras ellos cenan. Luego ellos ya tienen la ruta hecha: después del Garlic van al Apache. Allí, free shots con unos flyers cutrísimos amarillos, y la caipirinha está muy cargada y me dura muuuucho. Después de bailar canciones horteras en la arena, después que Adri salte una comba de fuego, y después de hacernos amigos del grupillo, nos pintamos las caras con pinturas fluorescentes que brillan en la oscuridad, como el resto de guiris. Al volver hacia casa, nos unimos a unos chicos thai tatuadores y a unas ladyboys que cantan y tocan la guitarra en un local.
(Publicado por Cris)
Me comí, borracho, un sandwich fabuloso.
(Publicado por Adrian)
Nos levantamos temprano, y nos vienen a buscar a las ocho para llevarnos a Krabi a coger el barco. Viajamos en la popa, con más gente, y nos da el sol y la brisita. En un rato estamos en Phi Phi Don, y en el muelle de Ton Sai nos asaltan para que elijamos alojamiento. Nos decidimos por Garden Inn, una habitación doble con ducha fría, ventilador, y TV, 800 bahts por noche. Cuando llegamos, nos pareció el paraíso: allí no entraban los mosquitos. Y si entraban, podíamos eliminarlos fácilmente.
Comemos en el Garlic, tal como recomienda la guía. Menudo asco de ensalada de papaya! Nos vamos andando hacia Long Beach y llegamos a una playa anterior, más pequeña, y nadamos desde allí. En Long Beach hay más gente y nos gusta menos, así que volvemos a la playa pequeñita. Leemos un poco, tumbados al sol, y nos relajamos. Nos encantan las Phi Phi.
Cuando estamos cenando en el Cosmic (pizza), nos cruzamos con Sergi, y quedamos en vernos luego. Nos presenta a más gente: Andy, Marcos, Oliver y Quique, y charlamos mientras ellos cenan. Luego ellos ya tienen la ruta hecha: después del Garlic van al Apache. Allí, free shots con unos flyers cutrísimos amarillos, y la caipirinha está muy cargada y me dura muuuucho. Después de bailar canciones horteras en la arena, después que Adri salte una comba de fuego, y después de hacernos amigos del grupillo, nos pintamos las caras con pinturas fluorescentes que brillan en la oscuridad, como el resto de guiris. Al volver hacia casa, nos unimos a unos chicos thai tatuadores y a unas ladyboys que cantan y tocan la guitarra en un local.
(Publicado por Cris)
Me comí, borracho, un sandwich fabuloso.
(Publicado por Adrian)
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