3 de diciembre de 2009

Hong Island

Sábado 21 de Noviembre de 2009

Después de un rato en moto llegamos a Klong Muang, una playa desierta donde alquilamos un barco durante algunas horas para ir a Hong Island (1.300 bahts, o 26 euros). Evidentemente, con tripulación incluida (y agua, y piña!). Poco antes habíamos hablado con más gente para ver si querían compartir embarcación, pero nada. Salimos para allá y tardamos una media hora en llegar.

El paisaje es precioso, se ven todas las islas flotando en el mar, y al sol que hace brillar el agua. En la playa principal de la isla Hong hay gente, pero no demasiada. La arena es fina y el agua turquesa, es muy bonito, aunque está algo turbia para hacer snorkel con las gafas y tubos que nos ha dejado el barquero. Cerca del baño encontramos un lagarto gigantesco, parecido a un dragón de Komodo, que campa a sus anchas pero un poco enfadado con la gente que se le acerca...

Hay restos del tsunami, barcas rotas encalladas y porquerías. Otro dragón nos impide el paso... temporalmente. En el otro lado de la isla hay una laguna preciosa que tiene pequeños manglares a los lados.

Después ponemos rumbo a Klong Muang, donde pagamos al barquero el dinero acordado, y tomamos de nuevo la Honda Click para regresar al chamizo. Nos aseamos entre los mosquitos, geckos, cucas y demás fauna que puebla nuestro hogar en Noppaharat y nos vamos a dar un paseo por la zona de Ao Nang. Allí encontramos a la pareja de belgas a los que habíamos preguntado en Klong Muang si pensaban ir a Hong Island -para así compartir la travesía y su precio-; ella le cuenta a Cris, varias veces y con gran orgullo, que están de viaje de novios, mientras que él (algo borracho después de haberse bebido alguna Singha más de la cuenta en los prostíbulos del backstage de Ao Nang) habla conmigo. O para mí, porque lo hace tanto que apenas me deja meter baza. Nos despedimos y decidimos comprar papaya fresca para tratar de solventar los issues digestivos de Cris. La frutera nos regala un par de lichis, otras dos frutas parecidas a ciruelas, y cuatro bolas duras de esas que chupan los thais de cuando en cuando.

Volvemos a encontrar a los belgas, que se disponen a cenar en un buen restaurante para farang, y nos ofrecen acompañarles. Pero Cris y yo hemos resuelto ya cenar en uno de los puestos de la calle, y declinamos amablemente su invitación. Nos vamos a dormir pronto porque a Cris le duele la barriga y estamos cansados. Discutimos un poco.

(Publicado por Cris & Adrian)

2 comentarios:

  1. Joder, q envidia me dais, chicos....es una gran aventura la q estáis viviendo!!
    Espero q la disfrutéis a tope y q, aunque muy de vez en cuando, pues tenéis q aprovechar cada segundo, nos vayáis contando vuestras "hazañas"!!!

    1 fuerte beso.

    Estela.

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  2. Cuiadros chicos. esos piececillos accidentados en españa y en Tailandia y esa barriguilla de cris que se acostumbró demasiado tiempo al arroz con pavo.
    Un abrazo y un beso gigantes!!!!
    Clara

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